12 - 3 - 2017 / EMBALSE DE VALDEMURIO - LA PONTIGA

A pesar de que avisaron que la cosa se ponía fea, y que después de los 33 grados de estos días volvía la nieve, salimos como siempre a la hora prevista. El punto de encuentro San Andrés de Trubia. Subida hacia Castañeu del Monte primero y hacia La Cruz de Linares después. Algunos que se atrevieron a salir del coche, decidieron cambiar el plan porque el viento soplaba fuerte, la lluvia era insistente y la niebla cubría el Aramo y el resto del paisaje... Así que retomamos el viaje hacia el embalse de Valdemurio en Quirós y aquí dejamos los coches. 

El embalse de Valdemurio se abastece principalmente de dos ríos, el Quirós y el Teverga. Del primero lo hace directamente, y del segundo lo hace a través de una conducción excavada bajo la montaña de unos cuatro kilómetros y que comienza en el Azud de Oliz.

Después de la foto de grupo con las aguas de este embalse como fondo, iniciamos ruta por la senda del oso camino de Proaza. Esta senda trascurre por la caja del antiguo ferrocarril minero de Trubia a Quirós y Teverga, linea férrea de vía estrecha (750 mm) que discurría por los valles de los ríos Trubia y Teverga, proyectada por el ingeniero francés Gabriel Helm, director de la Sociedad Hullera de Quirós y miembro de la Sociedad Geológica de Francia, para comunicar el puerto de San Esteban  de Pravia con la meseta a través el puerto de Ventana (aunque al final la comunicación se estableció a través del puerto de Pajares); esta linea de ferrocarril entró en servicio en 1884 y comunicó las minas de Quirós con los talleres de laminación de Trubia.

La construcción del ferrocarril no estuvo exenta de dificultades debido a la difícil orografía de la zona y a lo angosto de los valles en determinados puntos, y en los aproximadamente 30 kilómetros de trazado, fue necesario construir 12 túneles y 7 puentes... como podemos apreciar aún ahora durante su recorrido, con muros de piedra que aún permanecen perfectos...

Durante el recorrido, pudimos cerrar los paraguas durante buena parte del tiempo y disfrutar de este tramo fácil y precioso. Los musgos, las prímulas y las violetas silvestres llenaban las cunetas; y las espineras, los pescales y algún cerezo en flor, nos anunciaban la llegada pronta de la primavera...

El caminar siempre al lado del río con poca agua, nos condujo enseguida a Proaza, donde tomamos un aperitivo que nos prestó muchísimo. Los bocadillos los comimos en la Pontiga, al calor de la estufa, mientras fuera cayó alguna granizada...

Con la foto de grupo de juntos, nos despedimos hasta la próxima..

 

 

Embalse de Valdemurio Por la senda Los muros
Y las flores Piedras Juntas el río
 
durante el recorrido Los frutales La despedida