25- 11 - 2018 / BOSQUE DE VEGABAXU

Aunque la noche del sábado llovió a mares, el domingo amaneció precioso; mañana fría con cielo azul y esa luz especial del otoño... 

Nos reunimos en Rioseco, donde ya paramos otras veces, con los de la Pola. Una pareja de australianos altos y rubios con dos niños, cambiaron impresiones con Belen y Chema. El embalse con muy poca agua, nos sorprendió.

Nos pusimos en ruta con nuestros coches, después de cierto reajuste, por avería de uno de éllos. La carretera sigue el trazado del Nalón, pasamos el embalse de Tanes, y entre curvas y foces, llegamos a Pendones, aldea con tradición madreñera, con casas en la ladera, bien orientadas al sol, y con buenas praderías a su alrededor. En cuanto aparcamos, hicimos la foto de grupo.

Iniciamos el recorrido a pie, por un camino hormigonado y pendiente; siempre con el Tiatordos a nuestra izquierda, con un pequeño manto de nieve reciente en la cumbre, pista amplia y muros de piedra con cantidad de helechos, musgos...

Bordeando peña La Roza, llegamos a la collada de Gasgasa y poco después, entramos en el valle del río Corralín... Durante el trayecto, vemos unas cabañas con fuente y abrevadero, llamadas La Fayaza. Siguiendo el camino con cantidad de hojas y algún charco (que algún "arreglador" trataba de buscarles salida) enseguida damos vistas al valle del Nalón y al puerto de Tarna nevado. 

A medida que ascendemos, el bosque por el que transitamos, prácticamente desnudo, tiene el haya como especie dominante, protagonista de la zona, pero que convive en buena armonía, con robles, acebos, avellanos y abedules; con frecuencia troncos caídos tapizados de musgo, sotobosque escaso, alguna seta, y el sonido del agua de fondo siempre acompañándonos...

Casi sin contar con éllo, de repente y después de una curva, aparece la vega de Vegabaxu: un pequeño prado con cabañas, el río Corralín atravesándola  y rodeada del cordal de Ponga.

Aquí comimos nuestros bocadillos, y algo más, hicimos una foto las chicas, y nada mas terminar, por el frío, comenzamos el retorno. 

La ruta de unos 13 km ida y vuelta, fácil; muy diferente en otoño, al recuerdo de un día de primavera con calor, que habíamos hecho en otra ocasión, pero preciosa igualmente.

Terminamos con un cafetín con bartolo en Laviana, que nos prestó por la vida...

 

 

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Puerto de Tarna El recorrido El arreglador
Vegabaxo El retorno Con el Tiatordos al fondo