3- 2 - 2019 /RUTA DE LOS MIRADORES

 

Después de lluvias, argallos, granizos e inundaciones, el domingo amaneció guapísimo, y así se mantuvo... Nos reunimos en San Esteban de Pravia. Esta vez eramos pocos (los resfriados y la gripe, ya se sabe)

A finales del siglo XIX, Hulleras de Turón, con participación del Estado y junto con otras empresas mineras, efectuaron obras para acondicionar el puerto de San Esteban y crear un cargadero de carbón, cuyo destino eran los altos hornos de Vizcaya. Al principio se utilizaron chalanas. Posteriormente, el ferrocarril Vasco-Asturiano, contribuyó al desarrollo del puerto, al permitir sacar al mar, los minerales de los Valles de Quirós y de Teverga, y del carbón de las cuencas del Aller y del Caudal.

Altos Hornos adquirió acciones de Hulleras de Turón y ambas entidades, se asociaron al Ferrocarril Vasco-Asturiano, monopolizándose el trasporte en San Esteban. Y así podemos ver los restos industriales de esta época: cargaderos, grúas, tolvas de almacenamiento…
La crisis del carbón de 1964 provocó la decadencia del puerto y su paralización como punto de embarque de minerales, obligando a la compañía ferroviaria a abandonar la explotación de su línea y pasó a pertenecer al FEVE en 1972.

Aquí, delante de los vestigios industriales, hicimos nuestra pequeña foto de grupo. El agua del Nalón era marrón de las riadas de días anteriores.
Caminamos hasta la desembocadura; justo en la playa de Los Garrunchos, se inicia la senda hacia el mirador del Espíritu Santo, después de subir unos 400 escalones… A medida que tomamos altura, vemos hacia el este, la playa de Los Quebrantos, el Playón de Bayas y la isla de Deva al fondo.
Hay un área recreativa, que dispone de una mesa acondicionada para personas con dificultades, y desde esta página queremos felicitar a los responsables.Desde aquí, la senda continúa hacia el mirador de La Atalaya, con una pequeña zona de recreo. Desde este lugar, vemos toda la playa de La Atalaya, de unos 700 metros de cantos rodados con altos acantilados protegiéndola; y al fondo, al oeste, el cabo Vidío.

La ruta trascurre con tramos llanos, y otros en cuesta, siguiendo la mayor parte del trayecto la costa, permitiendo disfrutar del paisaje, excepto en algunos tramos que atraviesa por lugares sombríos entre árboles.

Al regreso, por el interior, pudimos obtener una buena panorámica del estuario del río Nalón, a ambas márgenes de su desembocadura y sus dos puertos: San Juan de la Arena y San Esteban de Pravia. Al bajar a San Esteban, hicimos un recorrido por el paseo que anteriormente ocupaban las vías hasta los cargaderos, y al sol, nos tomamos un aperitivo la mar de agradable.

Nuestra amiga María, había dejado su casa dispuesta, con calefacción y buena mesa, para recibirnos. Allí disfrutamos el resto de la tarde y que agradecemos a nuestra anfitriona... Otro día precioso

 

 

 

En San Esteban Mirador Espíritu Santo La costa
La accesibilidad En el Mirador de La Atalaya La ruta
El paisaje El estuario La mesa de María