11 y 12 - 2 - 2020 / GALICIA I : SANTIAGO Y PAZO RUBIANES

 

 

Salimos hacia Santiago pronto; el trayecto por carretera ahora es muy bueno y enseguida nos vimos en la ciudad. Aprovechando que nos acompañaba nuestra amiga Pitusa, que hizo de guía, hicimos nuestra primera parada en el colegio de Fonseca, construido por el arzobispo Alonso de Fonseca, sobre la que había sido su casa familiar, con la finalidad de reunir a los estudiantes que estaban dispersos… en la actualidad acoge la biblioteca General de la Universidad.

Continuamos hacia la plaza del Obradoiro, centro monumental de Santiago y que da la bienvenida a los miles de peregrinos que llegan del Camino…. Dícese que el nombre podría derivarse de los talleres de canteros que trabajaron en la fachada barroca de la Catedral.
Además de la Catedral, cierran la plaza: el parador de los Reyes Católicos (antes hospital de peregrinos), el Colegio de San Xerome (rectorado de la Universidad) y el palacio de Raxoi (Ayuntamiento).

Como llegamos con tiempo, antes de realizar la visita programada al pórtico de la Gloria, a través de la Rúa de San Francisco, hicimos una parada en la facultad de Medicina y posteriormente en la fachada de la iglesia de San Francisco y su imponente crucero.
A la hora concertada, nos acercamos a la catedral para iniciar la visita, que es la entrada occidental de la catedral románica, ideada por el genio del Maestro Mateo y considerado una obra cumbre del arte universal.
Asentado sobre una serie de animales reales y fantásticos, la Gloria del tímpano central está presidida por una imagen de Cristo en Majestad, rodeado por los cuatro evangelistas y el grupo de bienaventurados. En la parte inferior, se representan ángeles con instrumentos de la Pasión y, en la arquivolta, veinticuatro ancianos afinan sus instrumentos para tocar música celestial. El tímpano se sustenta sobre los dinteles, con la inscripción conmemorativa de su colocación en 1188 y un parteluz presidido por una imagen sedente de Santiago el mayor coronando la columna con el árbol de Jesé, la genealogía humana de Cristo que se completa con la divina en el capitel de la Trinidad.
En los laterales, se reparten una serie de estatuas-columna, con profetas a la izquierda y apóstoles a la derecha, que se continúan en la contrafachada y, también, en la desaparecida fachada exterior, de la que se conservan distintas piezas.
Los arcos laterales carecen de tímpano; en el izquierdo, de compleja interpretación, se representaría el Pueblo de Israel, en la arquivolta superior, sujeto a la ley mosaica y, en la inferior, el descenso de Cristo al limbo. En el de la derecha, se representa el Juicio Final, con las cabezas de Cristo y San Miguel en la clave, separando los bienaventurados, que son conducidos a la Gloria y los condenados, que sufren tormento.Nos llamó la atención sobre todo dos cosas: la expresión y el movimiento que este conjunto escultórico poseen, si tenemos en cuenta su fecha de ejecución… Esta obra de restauración, que hoy pudimos disfrutar, se llevó a cabo durante 10 años.

El Maestro Mateo completó la construcción de la catedral por su cierre occidental, salvando el desnivel del terreno con la construcción de una innovadora cripta, sobre la que se sitúa el Pórtico de la Gloria, cuyo mensaje se completa en la tribuna. Originalmente, el Pórtico se abría por una fachada exterior, que continuaba el programa iconográfico del conjunto y que fue modificada en el siglo XVI para colocar unas puertas que cerrasen el templo, que hasta entonces estaba abierto permanentemente; por fin, a mediados del siglo XVIII, esta fachada se sustituyó por la actual, barroca, quedando el Pórtico mutilado y encajonado tras ella.
El proyecto mateano también incluyó la construcción de un coro de piedra, que ocupó los primeros tramos de la nave central y en el que se daba continuidad al programa iconográfico del Pórtico. Este coro fue derribado en 1604 y sustituido por otro de madera, hoy también retirado de su ubicación original. Parte de este coro de piedra, tuvimos ocasión de contemplarlo posteriormente en el museo. Y desde la parte mas elevada, pudimos contemplar la plaza del Obradoiro.
Después de comer, con lluvia y muy poca gente por las calles, pudimos callejear por el casco histórico y antes de partir, entramos en un café antiguo, precioso.

Con cierta dificultad, llegamos a nuestro alojamiento: Santa María do Mar muy cerca de Sanxenxo, encima de la ría Pontevedra. Las vistas sobre la ría, el jardín y la tranquilidad, lo convierten en un lugar muy apacible, y al que llegamos siguiendo la recomendación de nuestra amiga Conchi.

Al día siguiente, hicimos una parada en la Playa de la Lanzada, de 2,5 km; desgraciadamente, se iniciaba la búsqueda de un marinero desaparecido.
Continuamos hacia el pazo de Rubianes, donde María se había encargado de concertarnos una visita para visitar las camelias. Este ajardinamiento, se inicia a finales del siglo XVII, con incrementos sucesivos durante los siglos posteriores e introducción de especies que hoy son verdaderos monumentos naturales. Pero sin duda, el jardín del Pazo de los Rubianes, es un jardín de camelias, de invierno, con mas de ochocientos ejemplares. Es la residencia del señorío de Rubianes, fundadores de Vilagarcía de Aurosa en 1441, y su jardín, ha ganado la distinción de Jardín de Excelencia Internacional de la Camelia.

Las camelias, fueron traídas por los marineros portugueses y plantadas originalmente en los jardines de los pazos y casas señoriales. Aquí nos enteramos que la Camelia Sinensis (que en latín significa de china), planta del té, es una especie de planta cuyas hojas y brotes se utilizan para elaborar el té. Con esta especie se elaboran los diferentes tipos de té, en función del grado de oxidación. La visita fue realizada de la mano de Bea, una mujer muy agradable y entusiasta que nos fue dando a conocer parte de las mas de 800 especies de camelias que alberga el jardín; además contemplamos otros monumentos naturales: jardín francés, el inglés, una zona de eucaliptos, un magnolio espléndido, un árbol alcanfor enorme con su particular fragancia, rododendros, viñedos…además del estanque de las ranas, la capilla y el interior del propio pazo. Finalizamos la visita con una degustación de sus albariños, estupendos por cierto.

Desde aquí nos trasladamos a la isla de Arosa, situada en el interior de la ría del mismo nombre y unida a tierra desde 1985, por un puente de 2 km de longitud. Tiene 36 km de costa , de los cuales , 11 son de playa con arena blanca y muy fina (declarada por la Unión Europea reserva natural). Así que como el tiempo acompañaba, aprovechamos el resto de la tarde para disfrutarla con un paseo por su litoral.

El día había sido largo; fuimos al atardecer hasta Cambados, haciendo una visita corta por la plaza de Fefiñanes, donde está el palacio que le da nombre; y que solamente paramos para hacer acopio de viandas, para poder cenar en nuestro alojamiento.

 

 

                       

Palacio Fonseca Callejeando La Lanzada
Pazo de Rubianes     
  Isla de Arosa  Cambados