4 y 5 - 6 - 2016 / FIN DE SEMANA EN ÁLIVA

Después de una larga espera, previa reserva, y como broche de oro antes de iniciar el parón del verano, los de Sendas fuimos a  Picos. Después de parada en Potes, llegamos a Fuente Dé para coger el teleférico en la comarca de Liébana en Cantabria. La idea de su construcción surgió de José Antonio Odriozola (expresidente de la Unión Europea de Montañismo) y fue diseñado por el ingeniero José Calavera y el arquitecto Ángel Hernández; y fue abierto al público el 21 de agosto de 1966. 

El teleférico salva un desnivel de 753 metros, pasando de la  estación base que se encuentra a 1090 metros de altitud a la base superior a 1850 metros, y  en poco mas de 3 minutos nos deja en pleno macizo Central de Picos de Europa ... Las vistas del valle, un tanto vertiginosas, resultan espectaculares.

Llegamos arriba con una niebla densa y un sol que trataba de filtrase a "trompicones". Dejamos parte de nuestro equipaje que pasarían a recogerlo los del hotel, e iniciamos ruta. Después de un ascenso corto por una pista ancha, con neveros desperdigados y de diferentes espesores, llegamos hasta la Horcadina de Covarrobres (1925 m) donde se une el camino que viene de Áliva. Tomando a la izquierda, continuamos por la pista ancha de muy poca pendiente, prácticamente llana, y que cuando la niebla nos lo permitía, visualizando las altas y verticales paredes de caliza de Peña Olvidada, y a medida que avanzábamos, lagunas glaciares a nuestra izquierda..

A medida que avanzamos, pasamos del terreno pedregoso a pisar nieve. Antes de iniciar el tramo anterior a Cabaña Verónica, la nieve y sobre todo la niebla que por momentos nos impedía sentirnos seguros, nos empujaron a dar la vuelta... Tomamos nuestro bocadillo y retornamos. El sol se hizo fuerte, y pudimos contemplar la belleza del lugar; a ratos nos permitía ver solo las cumbres, pero en otros, aparecía la imagen completa aunque fuera por el espacio de poco tiempo...

Llegamos al Hotel de Áliva, siguiendo la pista con niebla y lluvia fina en ocasiones, sin pérdida, pero que no pudimos ver nada del paisaje. Este hotel, fue refugio a finales del S XIX pricipios del XX, donde acudía un turismo muy seleccionado y perteneciente a la nobleza, En el se alojó Alfonso XIII hasta que en 1912, la Real Compañía Asturiana de Minas, mandó construir un chalet situado a las faldas de Peña Vieja, como obsequio y que pasó a denominarse "El Chalet del Rey".

El refugio pasó a ser gestionado por Paradores, y en 1973, se cedió a la Diputación de Cantabria pasando a ser gestionado por Cantur. Posteriormente sufrió un incendio, y durante 10 años, solo estuvo funcionando uno solo de los edificios que lo componen (lo que actualmente ocupa la recepción). Después se reconstruyó y quedó el Hotel de Áliva, como ahora lo conocemos. Aquí encontramos cama, ducha caliente, una cena estupenda y un personal sumamente atento. 

Como llegamos pronto, aprovechamos para dar un paseo circular en las proximidades de la Ermita de la Salud, quedando sorprendidos por la cantidad de ganado que allí campea: vacas de todos los colores, muchos caballos, ovejas... Cuando  la niebla nos lo permitió, vimos la maravilla de aquellos pastizales, como si de una alfombra gigante verde se tratase...   Después de un aperitivo, enseguida llegamos al comedor a cenar y unos cánticos compartidos con el resto de los comensales vascos cerraron la noche...

El domingo amaneció precioso: cielo azul, visibilidad estupenda, sol calentando... ¡Una maravilla! Después de hacer la foto de grupo delante del hotel, y hacer acopio de nuestros bocadillos, nos pusimos en marcha hacia Sotres. El tramo, siempre descendente y suave por la "Llomba del Toro"con la Peña Vieja, el Chalet del Rey y los restos de las minas de Manforas (explotadas hasta los noventa) ricas en blenda, plomo y zinc) y el inicio del Río Duje  a nuestra izquierda; Y a nuestra derecha, los inmensos pastizales con el ganado y la ermita.. un paisaje que te queda grabado

En la raya (separación del territorio cántabro y asturiano)  Pablo nos muestra la diferencia del terreno como si a "tira-lineas" se trazara, del verde pastizal en Cantabria, y el el terreno de rastrojo y monte bajo de la parte asturiana. Nos gustaría hacer referencia al artículo presentado por nuestra Asociación a propósito de la prevención de incendios forestales al principado de Asturias y que dice:     "Mantener los pastizales con la calidad adecuada a través únicamente de desbroces y quemas controladas requiere periódicas intervenciones y elevados costes económicos y ecológicos, por lo que es necesario adoptar también otras medidas como la generación de pastos mediante la asociación de herbáceas y arbolado. También sería conveniente fomentar los rebaños mixtos que sirvan a la vez para el control del matorral y la prevención de incendios" (ver apartado proyectos: "propuesta desarrollo sostenible del medio rural asturiano")

Y a medida que descendíamos, el Duje se hacía oir  y el recorrido se fue estrechando hasta que llegamos a Las Vegas de Sotres: en un espacio amplio, con un grupo de cabañas, praderías llenas de flores de mil colores y una buena fuente. Al fondo, y a media ladera, vemos el pueblos de Sotres. Continuamos camino con cantidad de espineras en flor hasta Los Invernales del Texu; aquí tomamos la carretera empinada hacia Sotres, a esperar que el autobús nos recogiera, y así pusimos punto y final a un precioso fin de semana en Picos de Europa.

 

El funicular en Fuente De Hacia Cabaña  Verónica Con Los Horcados Rojos al fondo
Las lagunas a la vuelta Delante del Hotel de Áliva Por la Llomba del Toro
Las praderías y la Ermita Hacia Sotres En las vegas de Sotres